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Especialistas en comportamiento animal de Gran Bretaña, Brasil y Austria, sugieren que aunque los gatos dejen a sus dueños acariciarlos esto no siempre les produce una sensación de satisfacción: por el contrario les puede provocar estrés
Teniendo en cuenta que esta especie no es sociable por naturaleza, los investigadores indagaron cómo es que se adaptan a vivir con otras personas y felinos. Para su sorpresa encontraron que los gatos no siempre disfrutan de esto y pueden sufrir por eso importantes niveles de estrés. Además, el estudio derribó el mito de que estos animales no pueden vivir en grupos, encontrando que los felinos menores de dos años que conviven con otros gatos pueden sobrellevar de mejor manera las tensiones de la vida doméstica.
Fuente artículo: Animal Planet
Fuente foto: Ellie O. Photography
