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El Cocker Spaniel Inglés procede del perro Epagneul importado a Gran Bretaña en el siglo XIV.
El Cocker Spaniel Inglés es un perro mediano de pelo largo. Liso, de textura sedosa, nunca áspera u ondulado, no muy profuso y nunca rizado.
Uno de los principales atractivos de la raza es la variedad de colores. Básicamente se pueden dividir en dos grupos: Ejemplares sólidos son aquellos que tienen un solo color uniforme: dorados, negros y chocolates. En los partí colores el fondo de color blanco se comparte con los tres colores anteriores.
Carácter dulce y afectuoso. Excelente guardián y afectuoso con los niños. De naturaleza alegre, su cola en constante meneo presenta un movimiento animado típico, particularmente cuando sigue un rastro, no le teme a los matorrales espesos.
Este perro es muy usado como mascota, aunque sus cualidades de cazador aún permanecen vigentes. Muy apegado a su amo. Inteligente aunque algo testarudo, lo cual demanda paciencia en el entrenamiento. Es bueno con los niños de la casa que se portan bien. Se adapta a la vida en apartamento pero hace mejor en una casa con patio. Requiere ejercicio frecuente. El pelo requiere cuidado diario, los ojos, las orejas y las patas también deben de ser atendidas.
El Cocker conserva sus características de cazador, aunque ya está considerado dentro de las razas de compañía. Es un perro activo, bullicioso, apasionado, dulce y dócil. Tiene una mirada triste que le ayuda muchas veces a salirse con la suya, tiende a ser un poco manipulador y dominante. Desde cachorro hay que educarlo con firmeza. Se adapta muy rápido al entorno, ya sea campo o ciudad.
El Cocker es un perro fuerte pero acostumbra a tener bastantes problemas oculares (atrofia progresiva de retina, cataratas y glaucoma) y muchas veces se vuelve ciego cuando pasa de los 10 años. Las orejas son otro gran problema. Al tenerlas largas y caídas, se van arrastrando por el suelo y esto propicia las infecciones de oído
