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DÁLMATA

Foto tomada: www.wallpaperswala.com

El Dálmata es una raza antiquísima, retratada en bajorrelieves egipcios. El Dálmata es el perro blanco de pintas negras que usualmente vemos en las películas. Realmente este perro se crio por lo atractivo que es, sobre todo cuando acompañaba a los coches de la aristocracia. También se ha empleado como pastor y en ocupaciones relacionadas con las guerras. Sobre todo fue la mascota de los bomberos y los establos. Después del libro por Dodie Smith escrito en 1956 y titulado “101 Dálmatas”, su popularidad en los programas y películas de cine y televisión corre a la par de su popularidad como mascota.

Dato curioso del Dálmata es que nacen sin las pintas. Los perritos recién nacidos son blancos. A la tercera semana comienzan a aparecer las pintas.

El Dálmata es sereno, fiel  y muy unido a su amo. Utilizado antiguamente como perro de caza, se convierte después en perro de “paseo”. Hoy se considera perro de compañía aunque también se utiliza como perro de salvamento. El Dálmata, a pesar de su popularidad (101 Dálmatas) es una raza que no termina de ubicarse ni como perro de compañía ni como perro de trabajo.

Es un perro demasiado activo y vigoroso como para ser un perro de familia. Necesita tener un dueño con experiencia en el trato con perros y que él reconozca como su guía. Si esto se consigue puede ser un buen perro para tener en casa, siempre que se le proporcione una buena dosis de ejercicio diaria. Algunos ejemplares de Dálmata son propensos a la sordera, por lo que deberemos estar atentos a sus respuestas auditivas cada cierto tiempo.

Con el tiempo las manchas se le agrandan, y también le aparecen nuevas.  La presencia de cinco extra pares de músculos faciales, sobre todas las demás razas, da lugar a su típica sonrisa y demás exclusivas expresiones inherentes a su raza.  Sus manchas faciales le atribuyen la peculiaridad de poseer una fisonomía única. No así en las demás razas.  Su seudónimo: “El Perro Humano” se debe a su preferencia por la compañía de personas.  Su temperamento es hiperactivo. Por su carácter dominante es testarudo por excelencia. La soledad o falta de atención los deprime al grado de la demencia. Indicio de ello es morderse las patas, creándose lesiones serias. La hembra es más afectiva y posesiva que el macho. La hembra también es más agresiva. Lloran con inconsolables aullidos cuando se encuentran solos.  Su sociabilidad animal se inclina más hacia los caballos. Debido a su complexión muscular, es el perro de mayor condición física en carrera de resistencia.  Por su débil sistema de inmunidad, son los más propensos a enfermedades, y los menos resistentes también.  Contrariamente a los otros perros, –entre las personas a su disposición– el Dálmata escoge su propio amo. Casi nunca ladra. Solamente cuando es realmente necesario o importante.

 

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