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GALGO AFGANO

El galgo Afgano procede del Sinaí y es citado ya en los papiros egipcios de hace más de 5.000 años. El Afgano, o Lebrel Afgano, es un perro grande de pelo largo y sedoso; una de las razas de perros más atractivas y bonitas. Pero su belleza no se limita a su exterior. Es un perro sumamente inteligente y astuto, sin embargo, camina con un porte majestuoso como si fuera el dueño del círculo de competencias. Pero cuando corre, corre como galgo que es. Puede superar los 60 kilómetros por hora, y en terrenos montañosos no tiene par. Es capaz de cambiar de dirección, haciendo cortes hasta de noventa grados, sin aminorar la velocidad. También puede mantener indefinidamente un trote de unos 20 kilómetros por hora sin demostrar ningún síntoma de fatiga. Fuerte, altivo, potente y noble. Se admiten todos los colores para su manto largo y sedoso. Requiere mucho ejercicio y un cepillado diario. Valiente, dulce, inteligente, desconfiado pero no hostil.

La disposición en general del Afgano debe de ser elegante y hasta cierto punto distraída, siempre con un tono alegre o al menos no serio y cierta fluidez o suavidad en sus movimientos. En su andar, al igual que cuando está parado, debe mantener la cabeza en alto. La mirada del Afgano da la impresión de no importarle mucho lo que esté pasando. Es una de esas miradas hacia la lejanía o a través de quien tiene delante. Se le considera indeseable aquellos ejemplares tímidos o bruscos en su disposición.

El galgo Afgano en sus orígenes fue empleado como perro pastor y cazador de guepardos, lobos y chacales. Actualmente, por su belleza, es considerado perro de lujo.

El Afgano es un perro tranquilo que con el tiempo ha ido perdiendo sus orígenes hasta convertirse en un perro de compañía. Hoy es un perro tranquilo que requiere bastante cuidado del pelo.

El carácter del galgo afgano es muy independiente, muchos lo califican como un poco gatuno, no esperes tenerle detrás de ti todo el día. Esta raza presenta serios problemas como mascota. Uno de estas dificultades es el cuidado requerido de su pelo. Es un pelo precioso que no emite ningún olor pero hay que mantenerlo apropiadamente. Se toma horas el cepillarlo y hay que hacerlo cuidadosamente al menos una vez por semana.

Otro problema es que es un perro grande que requiere atención y ejercicio. De no ser provisto de su ejercicio diario se puede volver intranquilo dentro de la casa, terminando por romper unos cuantos muebles y adornos. Se dice que de puro aburrimiento se pone a morder todo lo que encuentra; con sus mandíbulas puede hacer pedacitos una silla de madera en cosa de minutos.

 

 

 

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